Parte Uno
La Hora de la Muerte
Sin aviso, la muerte llega a muchas personas cada día, cada segundo del día, por una variedad de razones. La gente muere en desastres naturales, como también en la guerra, lo vemos esto en los medidos de comunicación, en los periódicos, televisión, radio, en todas las formas de reportaje, esta viene a nosotros diariamente. Ricos y pobres de la misma forma tienen que enfrentarla tarde o temprano. Cuando estaba en el ejército vi gente morir, y ahora siendo viejo, muchos de mis seres queridos están muertos, cuanto más viejo me vuelvo de más muertes soy testigo en el camino de la vida; si, alrededor de mi la muerte esta abarrotando.
He tenido ataques al corazón, derrames cerebrales y otras enfermedades, enfermedades en la vida, he sido puesto a dieta, y aún estoy viviendo, pero todavía es una cuestión de tiempo en mi, he sido muy afortunado de llegar a la edad de sesenta años , y estar aquí, o allá; uno debe saber que el día y la hora no está muy lejos, así, hay que prepararse anticipadamente, para enfrentar a esta, saber que sólo está a unas páginas de diferencia en el libro de la vida.
Desde el día en que nacemos, nosotros estamos enfrentando – nos guste o no – una experiencia de muerte, en un tiempo futuro, sea esta en una semana, un mes o un siglo. Algunos ven a la muerte como a un enemigo, un enemigo inesperado que quiere hacernos añicos como cristal si sólo esta pudiera cogernos, agarrarnos.
La muerte no tiene luces rojas intermitentes, tampoco un pavor siniestro – esta cabalga un caballo pálido a veces, y no hace distinción entre pobres o privilegedgiados. Esta tiene una sola experiencia en la vida (normalmente), donde el cuerpo y las extremidades descansan estirados en algún lugar – y cuando es encontrado, es puesto debajo de la tierra: a veces los llamamos tragedias, pero este, por supuesto, es repetido a través del mundo, todos los días, y es tan normal como beber un vaso de agua.
La muerte tiene su forma de aflicción para los vivientes también, esta puede ser aplastante, y puede causar cambios dramáticos en las personas, y familias, especialmente si no están preparadas, si ciertamente, y esta puede alterar planes futuros. Pero nosotros sólo tenemos pocas opciones cuando la muerte se acerca: enfrentarla y hacernos cargo de ella, o pretender que esta no existe, y hacernos cargo de esta en el más allá, si de verdad podemos. Si la muerte sobreviene repentinamente, no habrá por supuesto más llamadas telefónicas al ser querido, no más reuniones de negocio diarias o luchas, y no más admiraci de la bonita ciudad, o de las montañas lejanas y no más entrevistas con la revista Time. Uno sólo descubrirá que él o ella ha llegado, llegado seriamente, y consecuentemente llegó, talvez a una plataforma dolorosa y desagradable. Por otro lado, talvez uno llegue a las puertas del cielo, donde no hay más hambrunas ni epidemias, ni más elementos fatales que el mundo tiene para ofrecer, ni más casualidades de guerra; independentemente de dónde terminamos, la muerte es permanente, pero no sin vida, o eso es lo que creo, y de una forma u otra, nosotros seguiremos.
Así, este libro es sobre muerte, en forma poética, después que lo leas, tu talvez quieras enfrentarla, esconderte, o evitarla, o tratar de razonar con la muerte, pero lo que debe de hacerse creo, es de que en algún memento a lo largo de la vida tú tienes que hacerte amigo con ésta, y dejarla, y tener paz con todos alrededor de ti y con Dios, con el resto del tiempo que te queda. De manera realista, tú tienes muy pocas elecciones, tus pecados te seguirán, morarán contigo. Cuando mueres, te llevas contigo lo que tienes dentro, cómo más podría ser, es inevitable, porque la muerte no te va a limpiar para una conspiración (o confabulación para engañar después), ahora que él o ella están silenciosos – y la muerte ha sobrevenido, tú cortésmente no puedes ignorarla, el Comando Alto del Cielo e infierno no lo permitirá. Cada uno te quiere – desesperadamente, la pregunta es: qu quién te obtendrá? La incertidumbre no está muriendo, esto se sabe bien, pero más bien en en qué orden tú perteneces? La batalla nunca se detiene hasta después del hecho.
Parte Dos
El Enemigo
Si es verdadero a uno, la muerte es el enemigo, muerte siendo la conspiración silenciosa del jinete pálido, así, no podemos permitirnos ignorarlo. Esta es tu advertencia mi amigo, “… tus acciones te seguirán”, Revelación Capítulo 14. Rompe la conspiración, enfréntala, porque la muerte nunca duerme, esta se esconde detrás de las alas oscuras del cóndor, y de repente está enfrente de ti. Es realmente un tema imposible de alejarnos. Di Dios planeó la muerte? “Creo que no” es por eso que vivimos en el más allá – esta no era parte de su plan original, esta se escurrió dentro.
Realmente no te estoy diciendo nada nuevo, no es una nueva hirviente noticia que tú vas a morir; en cambio, analizar la muerte, o los aspectos de morir, nos enfrenta a los hechos a los que nosotros tarde o temprano debemos enfrentar, de todas maneras es prudente y necesario, con o sin miedo, porque es simplemente saludable hacerlo, yo creo; otro punto es, de que no es una adivinanza, simplemente es: que necesitamos tener conocimiento de este, como cualquier otra cosa. Llámalo a esto una aparición, un fantasma, que te acecha, lo que desees, pero por favor trata de acercarte a este objetivamente, y con algo de compasión, porque Dios te lo ha mostrado: San Pablo dice en la Biblia con estas palabras: es nuestro último enemigo; pero él nunca lo temió, ni tampoco nosotros debemos.
La muerte se lleva una persona, la arrebata, como el águila lo hace con el roedor de la tierra, y lo arrastra arriba a su escondite; sí, nos roba de su potencial, o puede. Un amigo mío del banco allá en el año 1993, fue llevado a la edad de treinta y siete años, un derrame cerebral mientras el manejaba su carro de regreso a casa. Un hombre joven en sus últimos treintas recientemente murió de una enfermedad, sus hijos todavía en la escuela. Un amigo mío, un electricista, se electrocutó unos años atrás mientras trabajaba en un molino de acero. Puedo continuar y continuar, con casos tomados de las experiencias de la vida, pero el punto es, La Muerte viene no como un extraño, sino como una rival a los planes de Dios. De nuevo, digo, porque San Pablo implicó, el último enemigo es la muerte (1 Corintios 15. 25, 26).
Si, ciertamente, la muerte puede destruir la vida, ésta lo hace, lo ha venido haciendo y lo hará, muy opuesto a los plants originales de Dios. Pero, p por qué entonces tenemos a la muerte? La pregunta podría ser extendida psicológicamente a: p por qué la gente peca, que no fue parte del plan de Dios, y qué es la sanción? Como Satanás, Adán, y la humanidad, nosotros nos hemos mofado a la advertencia de Dios, y el precio por esto es la muerte por supuesto. Como vemos en la Biblia, esta dice: “porque el pago del pecado es la muerte …” (Romanos 6; 23).
Consecuentemente, la muerte se ha apoderado del mundo, animales, plantas y seres humanos. Pero Cristo nos ha salvado de esta, pero todavía tenemos que morir. Pero si el hombre no hubiera pecado, o Satán, o Adán y Eva, qu qué entonces? Creo que hubiéramos pasado “ido” (de la tierra al cielo sin morir).
Parte Tres
Riéndose de la Muerte
No nos riamos de la muerte, tanta gente lo hace, porque esta te alcanzará de una forma u otra. Algunas personas no creen en la muerte, otros piensan que esta nunca vendrá, algunos incluso piensan que la muerte es mejor que la vida. Algunos tienen un concepto derrotista, diciendo “¡No es una gran cosa, cuál es el problema, una vez que mueres, moriste, dormirás eternamente – no más problemas!”
Vemos que hay personas que pueden ir de un extremo al otro; paralizándose psicológicamente con el temor a la muerte. Esto es por supuesto el destino de la persona que no tiene fe. O de alguien tratando de comprar los favores de Dios. El temor a la muerte es por lo general, común al hombre, para cristianos así como a no Cristianos.
Mental y psicológicamente, podemos enfrentarnos a la muerte de modo realista, y hacer de esta una victoria, aferrándonos en el amor de Dios, a través de Cristo; lo vemos esto en Romanos 8.
No me interprets mal. No quiero morir mañana, pero me gustaría saber sobre mi próxima partida de esta tierra.
No estoy escribiendo esto para ser morboso, sino porque este es un tema evitado muchas veces. Y talvez podamos encontrar en la muerte alguna paz, una hazaña, talvez incluso un poquito de ingenio.
Parte Cuatro
Recomendaciones
Como ministro, o como un consejero en psicología, aquí están mis recomendaciones: si tú aceptaste tu muerte, o tu humanidad (humanidad tal como es) así tú deberías poner tus cosas en orden, hacer un testamento, tener paz con Dios, con tus hijos (si es posible); trata de no crear una penuria con los vivientes; no dejes un lío de confusión. Alguna gente dice: al diablo con esto, deja que ellos se encarguen de esto cuando ya no esté. Esta es una forma egoísta de ver a las cosas, rabia talvez por morir. Es una cosa ir al cielo (asumiendo que allí es donde estás yendo) y otra cosa es dejar un lío para tus seres queridos en la tierra. No sería fabuloso ayudar a aquellos que necesitan cuando te hayas ido, y tú sabes como yo lo se, ellos necesitarán todo lo que ellos puedan para continuar: esto significará, ciertamente, mucho para ellos para dejar las cosas en orden. Cuando mi madre murió, dejó en su testamento que quería ser cremada; nos dijo dónde estaban los papeles del seguro, ella había pagado hasta la última cuota de éste, nos dio el número de su cuenta bancaria, y los teléfonos de quienes les pagaban su pensión. Incluso ella pagó su último recibo de electricidad, y su alquiler del mes (el que ella nunca lo llegó a usar), para que no sea una penuria para los vivientes. No hubo amargura, ni ambición en ella. Espero que yo sea tan amable como ella lo fue a la hora de su muerte.
Necesitamos hacer planes, porque contemporarymente la muerte nos cogerá como a una víbora en la hierba alta. Planes y oraciones, si se necesita busca a un consejero de asesores capacitados. La familia de mi madre peleó sobre los bienes de mi abuelo, excepto mi madre que dijo: déjalos que ellos se encarguen de esto, tomaré lo que sea. Pero mi abuelo dejó un desorden, y sí, hubo resentimientos entre los muchos hermanos y hermanas hasta el día en que ellos murieron. Mucho antes de la muerte, esto pudo haber sido prevenido.
Justo como con tu boda, planea tu funeral, si quieres una fiesta, entonces dilo, como si este fuera una fiesta de cumpleaños, esto depende de ti. Tú algún día, estarás enfrente de Dios y le darás cuenta de tus actos.
Ha sido un privilegio para mi escribir este comentario para ti, porque en la profundidad de mi corazón, yo sé que los lectores aman a Dios, de otra forma él no habría alcanzado estas últimas palabras que ahora estoy escribiendo. La gente puede ser complicada, pero los verdaderos crayentes saben que la muerte ya no nos hace daño, esta ha sido vencida por la resurrección de Jesucristo; la muerte como lo dije anteriormente es una revolución a un nuevo comienzo.

